Boletin Nº 10: 7 al 13 de Mayo de 2012.
Tres actividades importantes para desarrollar y
todos debemos prepararnos a participar.
-Consolidación y discipulado de los nuevos creyentes.
-visitas,
casa de paz.
-estrategias
de evangelización para ganar el mercado
y las casas.
Hoy más que nunca la
misión encomendada a la Iglesia, y que conocemos como la gran comisión de ir
por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura, se ha hecho más
clara; y lo más importante es que toda la iglesia ha comprendido que esta es
una responsabilidad de todos los que hemos creído y no exclusivamente de los
que ejercen oficios dentro de las congregaciones.
Y nosotros
agradecemos profundamente al Señor, a su Santo Espíritu de que haya traído esta
revelación a nuestra congregación y que
hayamos respondido obedientemente a este llamado; y por ver esta disposición y
por haber el Señor conseguido una iglesia conforme a su corazón, cuando quiere
llegar a algún lugar, cuando quiere iniciar algo, como sabe que puede contar
con nosotros y lo hacemos con agrado, nos busca, nos reta, nos desafía, comenzando
por nuestros pastores y luego nos abarca a todos.
Como Dios es un
General que nunca ha perdido una batalla, El sabe que para que seamos efectivos
en cumplir con cualquier misión encomendada debe prepararnos y equiparnos con
todas las armas y herramientas; así que, iglesia, si el Señor nos ha dicho que
este es el tiempo, es porque El ya sabe que estamos listos, que SI lo podemos
hacer, que si lo vamos a lograr; fue Él quien te escogió a ti para realizar
esta tarea y El no escoge perdedores, El escoge los mejores. Y por eso podemos
asegurar con verdad, que eres un vencedor, de que si lo vas a poder hacer y,
como cuando El se agrada de alguien le gusta recompensarlo, recuerda lo que El
te prometió: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros,
y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca;
para que todo lo que pidiereis al Padre en mi Nombre, El os lo de” Juan 15:16.
Así que si haces lo que El te pide, aprovecha, pide lo que quieras.
Participa
activamente en todo, Dios te capacitó y sí lo puedes hacer.
Estrategias para poseer el mercado.
(Tu lugar de trabajo o lugar de estudio)
Leemos proverbios
1:35”el ayudante inteligente gana el aprecio de su jefe, pero el empleado
sinvergüenza provoca su enojo”
Ejecución
de estrategias para cambiar el ambiente espiritual de tu lugar de trabajo o de
estudio.
El plan que se está
presentando tiene el fin de ir del mercado a las casas y de las casas al
mercado.
1.- lo hemos
planteado de esta manera porque observamos que en el libro de los Hechos los
mayores milagros ocurrieron en las casas y en el mercado, por lo que debemos
recuperar el control de estos escenarios proféticos.
2.-lo planteamos así
porque en la cultura judía, en el tiempo en que Jesús desarrollo su ministerio,
casa y empresa estaban juntas; el que era carpintero tenía su taller en su
casa, el que era pescador vivía frene al mar, esto nos quiere decir que la casa
era la empresa y la empresa era la casa.
3.-tambien podemos
observar que cuando Pablo llego a Filipos, se encontró con una mujer llamada
Lidia, quien era empresaria vendedora de telas púrpuras, Pablo fue de su
empresa a su casa.
Consideraciones importantes para desarrollar la
estrategia que vamos a presentar:
-si se desliga
mercado y casa, se desliga bienestar y paz.
-una empresa será
tan fuerte como lo sean las familias de los individuos que la conforman.
-la Iglesia
apostólica del libro de los Hechos se
desarrollo en el mercado y las casas.
-podemos ganar a un
individuo en el mercado, pero si no conquistamos su casa, toda la bendición
dada por Dios terminara diluyéndose en manos de su generación.
-no se puede pensar
en tomar el mercado si no estamos dispuestos a tomar las casas. Una cosa nos
llevara a la otra.
-podemos decir que
las casas y el mercado son como el alma y el espíritu, se pueden dividir en un
pizarrón pero no en la vida practica.
Desarrollo de la estrategia.
1.-esta estrategia
se desarrolla en 8 semanas.
2.- su basamento
para la ejecución es sobre una plataforma de oración, dominio de los ambientes
espirituales donde trabaja y confesión de su fe en Cristo. “No se duerman, oren
para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a
hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas”. Mateo 26:41
3.-Hemos planteado
su lugar de trabajo como escenario estratégico para ganar a sus compañeros para
Cristo y luego penetrar en sus casas.
4.- Cada semana los
lideres reportaran un informe de cómo va la evolución en cuanto a la conquista
de su ambiente de trabajo, hasta que realice la apertura formal de su célula de
crecimiento.
5.-La estrategia
para poseer el mercado se dará en 8 semanas de oración, confesión y acción.
Libros
Recomendados: Pobreza, la lepra del Siglo XX. Ap Dr Juan Ballistreri.
Altar
familiar: LO QUE OYES HOY, DETERMINARÁ
TUS PASOS MAÑANA.
Isaías:
30:21 “Cuando tengan que tomar el
camino, ya sea a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán sus palabras
resonar detrás de ti: "Este es el
camino que deben seguir”.
En
estos tiempos, tristemente, es común ver gente que pasa sus días desorientada y
aturdida por el ruido de un sistema perverso, participan en un diálogo de
sordos donde todos hablan pero nadie quiere oír; todos quieren decir algo, pero
pocos tienen algo que compartir. Se toman decisiones importantes basándose en
deseos, tendencias y corazonadas. Sin darnos cuenta que esto realmente es un
ruido confuso, ensordecedor y engañoso, que nos distrae.
La
voz del sistema es una trampa de arena que solo trae “ruina” a quienes la oyen y siguen (Mt. 7:26-27). Pero si basáramos
nuestras vidas solamente en la voluntad del Padre, y trazáramos nuestro rumbo
oyendo continuamente su voz, no tendríamos razón para estar angustiados o
confundidos, y viviríamos en la plena confianza de estar edificados sobre la
Roca.
En
el capítulo 2 y 3 de Apocalipsis el Señor rubrica y enfatiza 7 veces la importancia de oír
claramente (“el que tiene oídos para oír que oiga”) y de escuchar a la
persona correcta (“… oiga lo que el Espíritu dice…”).
Los
que oyen sin entender (Lucas 8:12) son personas que ni vienen ni van, porque no
se comprometen en nada y todo les da igual. Para ellos todo es relativo, todas
las doctrinas son buenas, todos los caminos conducen a Dios, la verdad es lo
que ven, es lo que más les gusta o con lo que se sienten más cómodos e
identificados. Juzgan todo solo por si les gusta o no, pero no pueden discernir
si es bueno o malo.
En
nuestra vida diaria, en el liceo, la universidad o el trabajo, somos expuestos
a toda clase de ruidos, sonidos y voces, pero la pregunta es: ¿Qué oímos en
realidad? ¿Qué sonidos nos deleitan? Si no oímos a Dios, ¿a quién oímos? Cuando
tomamos una decisión, ¿a quién escuchamos? No todo lo que oímos, aunque suene
bien, realmente nos edificará. “No todo lo
que oímos nos alimenta”. ¿Viviremos escuchando voces huecas de gente
incrédula o atenderemos la voz del Eterno que declara su verdad? “Terminarás creyendo todo lo que oyes
continuamente”.
Lo que creemos determinará la
forma en que vivimos. Si continuamente oímos la voz del Señor que nos habla de
vida, crecimiento, multiplicación y gobierno, eso veremos, eso seguiremos y eso
tendremos. En nuestra vida siempre tendremos expectativa por lo grande y lo
bueno, por ver un mañana de gloria. Debemos tomar hoy las acciones correctas y
concretas para determinar nuestro futuro. En este tiempo es necesario atender
con diligencia y oír bien para no deslizarnos.
Oración:
“Padre eterno, hoy tomo
autoridad y renuncio a seguir escuchando voces incorrectas de incredulidad,
temor, fracaso, irresponsabilidad y ligereza; sonidos que quieren adormecer mi
espíritu y traer sordera espiritual. Me determino en el nombre de Jesús a
seguir tu voz que me guía a una vida de compromiso, santidad y firmeza, que me
enseña a edificar sobre la Roca. Hago pacto para obedecer, aún cuando el sonido
demandante de tu voz no me suene bien. Hoy entiendo que oírte continuamente es
mi verdadero alimento, lo que me despierta, trae fe y es la luz en mi camino.
Padre, que pueda decir como Jesús: “Yo no puedo hacer nada por mi propia
cuenta; juzgo sólo según lo que oigo… la voluntad del Padre” (Juan
5:30)