Reunion de Adoracion y Celebracion a Dios.

Reunion de Adoracion y Celebracion a Dios.

Boletín Nº 18: del 8 al 14 de Julio de 2012


EDITORIAL. 
Principios apostólicos. El libro de Nehemías. 2da parte.
ALTAR FAMILIAR: Trabajo es igual a buen servicio.

Principios apostólicos. El libro de Nehemías. 2da parte.
1.- Manifestación progresiva.
Toda manifestación de la Unción del Espíritu sigue un orden de influencia progresiva. Casi todos los movimientos apostólicos actuales comenzaron bajo una mentalidad pastoral, pero en la medida  que la unción apostólica se fue manifestando, el área de influencia que afectaron es cada vez mayor. Existen cuatro esferas de influencia donde se manifiesta la unción apostólica:
·         Liderando una congregación local.
·         Uniéndose al resto de los líderes de las congregaciones de la ciudad.
·         Formando parte del mover apostólico dentro de una nación.
·         Integrando un equipo apostólico para afectar a las naciones.
Estas cuatro esferas de influencia operan al mismo tiempo, aunque respetan diferentes grados y momentos para su manifestación.
2.- Dimensión profética.
Una dimensión  refleja la anchura, la profundidad y la extensión de algo. Si trasladamos este concepto al mover profético, las dimensiones de un ministerio están determinadas por la manifestación de estos tres parámetros respecto al rio de Dios. Quizá un líder desarrolle un ministerio extraordinario desde el punto de vista pastoral, pero al mismo tiempo carece de la anchura, la profundidad y la extensión que solo se puede encontrar  del rio de la unción apostólica y profética. Esto no quiere decir que quienes no tengan un  llamado a ser apóstoles o profetas estén fuera del mover de Dios. Una cobertura apostólica redimensionara al resto de los ministerios para que puedan funcionar en el orden correcto dentro del Reino.
Para que esto pueda ser una realidad, debemos estar abiertos a los diseños divinos para establecer el gobierno de Dios en cada ciudad, nación o continente. Era imposible que Nehemías pudiera reconstruir la ciudad según el diseño de Dios sin tener una visión  o una perspectiva profética. En un nivel básico, todo  liderazgo ungido por el Espíritu Santo está llamado a reconstruir ciudades y la perspectiva profética abre el campo para poder ver con los ojos de Dios. Esa es la realidad espiritual de la ciudad donde vivimos.
3.-Condiciones para desarrollar una perspectiva profética:
-Intercesión constante bajo unción apostólica y profética: esto nos permitirá ver con los ojos de Dios, reedificando los muros espirituales que protegen la ciudad.
-Desarrollar un ministerio de unidad: debemos buscar a aquellos que nos adversaron para que nos ayuden en la reconstrucción de la ciudad.
-Sin visión apostólica es imposible edificar: la condición para ello es reconocer que cada ministerio de la ciudad es clave para el mover de Dios.
-Reordenar nuestras prioridades conforme a las del Reino: cuando Nehemías propuso la tarea de reconstruir los muros, todas las agendas personales pasaron a un segundo plano.
-Restaurar la unidad de las familias: en tiempos de Nehemías, cada familia tenía su parte de responsabilidad dentro de la reconstrucción del muro. Todas las familias funcionaban como bloques de producción y eso incremento dramáticamente la efectividad de su trabajo.
-Identificar a los enemigos de la reconstrucción de los muros: la intercesión bajo autoridad apostólica y profética hará emerger a los enemigos escondidos detrás de la multitud para que puedan ser confrontados, derribando todo argumento y estrategia contraria al mover de Dios.
-Restituir a la Iglesia su identidad nacional: si no se restituye el nacionalismo, en un sentido SANO de la palabra, nunca se podrá edificar o defender una nación que no se ama profundamente. ¿Cómo se puede gemir por algo que no nos importa? ¿Quiénes tendrían que interceder por la tierra sino aquellos que están destinados a heredarla?
-Provocar un ambiente de reformas profundas: cada vez que Dios produjo un avivamiento en alguna región, primero comenzó a reformar las estructuras de gobierno. Nehemías no se limito a edificar algo bonito, trajo una profunda reforma administrativa, política  y  social a la nación de Israel.
-Consagrar nuestra vida a los pies del Señor: la característica más sobresaliente de Dios es su legalidad, porque El es perfectamente santo, recto, justo y amoroso. Cuando recibimos una revelación profunda de esta realidad sobre nuestra vida, aprendemos a caminar en santidad, pero disfrutando de todas las libertades que Cristo gano para nosotros por medio de la cruz. Nehemías confronto al pueblo por su pecado y lo volvió a alinear con la voluntad de Dios.
-Reenfocarnos en la visión original de Dios: la unción  apostólica reubica y promueve a las personas en el lugar correcto dentro de la visión del Reino.
-Restablecer los ministerios correctos: la unción del gobierno apostólico trae un orden administrativo a la iglesia, ubicando a la gente en el ministerio, el tiempo y el lugar correcto. Debe cesar la autopromoción, porque en el Reino de Dios no caben aquellas personas que se nombran a sí mismas para ocupar algún cargo u ostentar algún título. Nehemías se tomo el tiempo necesario para leer las genealogías de cada tribu y así determinar el origen de cada persona que aspiraba a ocupar alguna responsabilidad dentro del sacerdocio.
-Provocar a la gente a celebrar a Dios: cuando Moisés se presento ante el Faraón de Egipto le exigió que dejara ir a Israel al desierto para celebrarle fiesta a Dios. Nehemías se ocupo especialmente de  reorganizar el orden levítico para restaurar el sacerdocio y la adoración sobre la nación, actuando con suma dureza en contra de aquellos que se habían infiltrado a ministrar dentro del templo. Todo proceso de restauración en Israel involucraba tres figuras u oficios principales: gobierno (apóstoles), sacerdocio (profetas) y celebración (salmistas). Las naciones necesitan aprender a celebrarle fiesta a Dios y los apóstoles juegan un papel clave en este proceso.

 ALTAR FAMILIAR.  TRABAJO ES IGUAL A BUEN SERVICIO.
      LEAMOS EN  Mt. 20:20-28. Uno de los más grandes males que se ha alojado en la Sociedad a nivel mundial es el ansia de alcanzar poder y privilegios sin miramientos éticos ni fundamentos morales. Hoy existen muchas personas que buscan la forma o la manera de llegar a un cargo gubernamental o empresarial no importando a quien se llevan por delante o a quien le pasan por encima, valiéndose de engaños, mentiras y manipulación, la meta es llegar al poder no importa el  precio. CUANDO LA AMBICIÓN ESTÁ PRIMERO QUE EL BUEN SERVICIO, LA INJUSTICIA SE MANIFIESTA. En los versos que leímos encontramos a una mujer,  que tenía dos hijos los cuales seguían a Jesús, ella estaba buscando privilegios para ellos sin tomar en cuenta que los otros hombres que servían al Señor también tenían los mismos privilegios que sus hijos. (V 20-21). Hay que entender que cuando el servicio se hace por intereses mezquinos pierde su esencia, no se termina haciendo un buen trabajo, porque las motivaciones son erradas, sin el fundamento apropiado. La mezquindad hará que cada individuo pisotee lo que Dios ama, que se engañe y manipule para obtener sus propios intereses. La ignorancia del buen servicio te hará desconocer al Servidor de Servidores. Cuando el buen servicio es desconocido por aquellos que sirven, comenzarán a caer en la mediocridad, y siempre se tendrá una excusa para validar o justificar el mal servicio. Jesús fue frontal con la mujer, él le dijo ¡No sabes lo que pides!, estás desubicada, estás pidiendo mal, porque sirves por un interés, no como un privilegio, como un sacrificio santo para Dios, sino porque deseas algo que está fuera de tu alcance, estás utilizando palancas, vías herradas para bendecir a tus hijos.
EL SERVICIO ES DE ALTO VALOR.  El buen Servicio tiene un precio, y es el morir a las apetencias para convertirse en un servidor para los demás. Por ejemplo el servicio de Jesús es conocido como un servicio de excelencia  porque él no vio por sus propios intereses, sino por los intereses de los demás. Cuando el trabajador, el estudiante, el gobernador y el empleado no ven su trabajo como un servicio de excelencia para aquellos a quienes sirve, la mediocridad estará a la vista; cuando sólo se sirve por un salario, no como una vocación o un don del Espíritu, no nos importará como lo hacemos, si mal o bien, cuando no se hace bien entonces somos como dijo el Señor; asalariados. 2Cor. 8:9 “Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de nosotros se hizo pobre, para que mediante su pobreza nosotros llegáramos a ser ricos”. ¡Esto es servicio de excelencia! El mal servicio trae descontento en los demás. El mal servicio siempre traerá disgusto y malestar, porque la persona a quien se le sirve se sentirá engañada, usada, maltratada y defraudada. V 24. Jesucristo nos habló y enseñó que somos seres diferentes, superiores en nuestra manera de servir. V 25-26. Mas entre vosotros no será así. Jesús es el modelo de nuestro servicio, él fue ilimitado en todo lo que hizo, teniendo toda autoridad para reclamar aclamación, exaltación y reconocimiento, sin embargo dijo: Yo no vine para ser servido, sino para servir, y en ese servicio entregó su propia vida por nosotros. En otra parte dijo: Que el que sirve es mayor que el que se sienta en la mesa para ser servido. TRABAJO ES IGUAL A BUEN SERVICIO.
DECLARACIÓN DE FE: En el nombre de Jesús declaro de forma pública que renuncio al espíritu de avaricia y de mezquindad para trabajar por el bien de una comunidad llamada familia, iglesia, empresa o nación; sé que de esta manera, todo lo que hagamos nos beneficiará a todos, y que el producto final será aun mucho mejor de lo que pudiera alcanzar por mi solo.  Todo lo que haré de ahora en adelante lo haré pensando en la más alta calidad de servicio, porque para mí, trabajo es igual a buen servicio.