EDITORIAL.
Principios
apostólicos. El libro de Nehemías. 2da parte.
Principios apostólicos. El libro de Nehemías. 2da parte.
1.-
Manifestación progresiva.
Toda manifestación
de la Unción del Espíritu sigue un orden de influencia progresiva. Casi todos
los movimientos apostólicos actuales comenzaron bajo una mentalidad pastoral,
pero en la medida que la unción
apostólica se fue manifestando, el área de influencia que afectaron es cada vez
mayor. Existen cuatro esferas de influencia donde se manifiesta la unción
apostólica:
·
Liderando
una congregación local.
·
Uniéndose
al resto de los líderes de las congregaciones de la ciudad.
·
Formando
parte del mover apostólico dentro de una nación.
·
Integrando
un equipo apostólico para afectar a las naciones.
Estas cuatro esferas
de influencia operan al mismo tiempo, aunque respetan diferentes grados y
momentos para su manifestación.
2.-
Dimensión profética.
Una dimensión refleja la anchura, la profundidad y la
extensión de algo. Si trasladamos este concepto al mover profético, las
dimensiones de un ministerio están determinadas por la manifestación de estos
tres parámetros respecto al rio de Dios. Quizá un líder desarrolle un
ministerio extraordinario desde el punto de vista pastoral, pero al mismo
tiempo carece de la anchura, la profundidad y la extensión que solo se puede encontrar del rio de la unción apostólica y profética.
Esto no quiere decir que quienes no tengan un
llamado a ser apóstoles o profetas estén fuera del mover de Dios. Una cobertura apostólica redimensionara
al resto de los ministerios para que
puedan funcionar en el orden correcto dentro del Reino.
Para que esto pueda
ser una realidad, debemos estar abiertos a los diseños divinos para establecer
el gobierno de Dios en cada ciudad, nación o continente. Era imposible que
Nehemías pudiera reconstruir la ciudad según el diseño de Dios sin tener una
visión o una perspectiva profética. En un nivel básico, todo liderazgo ungido por el Espíritu Santo está
llamado a reconstruir ciudades y la perspectiva profética abre el campo para
poder ver con los ojos de Dios. Esa es la realidad espiritual de la ciudad
donde vivimos.
3.-Condiciones
para desarrollar una perspectiva profética:
-Intercesión
constante bajo unción apostólica y profética: esto nos permitirá ver con
los ojos de Dios, reedificando los muros espirituales que protegen la ciudad.
-Desarrollar
un ministerio de unidad:
debemos buscar a aquellos que nos adversaron para que nos ayuden en la
reconstrucción de la ciudad.
-Sin
visión apostólica es imposible edificar: la condición para ello es
reconocer que cada ministerio de la ciudad es clave para el mover de Dios.
-Reordenar
nuestras prioridades conforme a las del Reino: cuando Nehemías propuso la
tarea de reconstruir los muros, todas las agendas personales pasaron a un
segundo plano.
-Restaurar
la unidad de las familias:
en tiempos de Nehemías, cada familia tenía su parte de responsabilidad dentro
de la reconstrucción del muro. Todas las familias funcionaban como bloques de
producción y eso incremento dramáticamente la efectividad de su trabajo.
-Identificar
a los enemigos de la reconstrucción de los muros: la intercesión bajo autoridad
apostólica y profética hará emerger a los enemigos escondidos detrás de la
multitud para que puedan ser confrontados, derribando todo argumento y
estrategia contraria al mover de Dios.
-Restituir
a la Iglesia su identidad nacional: si no se restituye el nacionalismo, en un
sentido SANO de la palabra, nunca se
podrá edificar o defender una nación que no se ama profundamente. ¿Cómo se
puede gemir por algo que no nos importa? ¿Quiénes tendrían que interceder por
la tierra sino aquellos que están destinados a heredarla?
-Provocar
un ambiente de reformas profundas: cada vez que Dios produjo un
avivamiento en alguna región, primero comenzó a reformar las estructuras de
gobierno. Nehemías no se limito a edificar algo bonito, trajo una profunda
reforma administrativa, política y social a la nación de Israel.
-Consagrar
nuestra vida a los pies del Señor: la característica
más sobresaliente de Dios es su legalidad, porque El es perfectamente
santo, recto, justo y amoroso. Cuando recibimos una revelación profunda de esta
realidad sobre nuestra vida, aprendemos a caminar en santidad, pero disfrutando
de todas las libertades que Cristo gano para nosotros por medio de la cruz.
Nehemías confronto al pueblo por su pecado y lo volvió a alinear con la
voluntad de Dios.
-Reenfocarnos
en la visión original de Dios: la unción
apostólica reubica y promueve a las personas en el lugar correcto dentro
de la visión del Reino.
-Restablecer
los ministerios correctos:
la unción del gobierno apostólico trae un orden administrativo a la iglesia,
ubicando a la gente en el ministerio, el
tiempo y el lugar correcto. Debe
cesar la autopromoción, porque en el Reino de Dios no caben aquellas personas
que se nombran a sí mismas para ocupar algún cargo u ostentar algún título. Nehemías
se tomo el tiempo necesario para leer las genealogías de cada tribu y así
determinar el origen de cada persona que aspiraba a ocupar alguna
responsabilidad dentro del sacerdocio.
-Provocar
a la gente a celebrar a Dios: cuando Moisés se presento ante el Faraón de
Egipto le exigió que dejara ir a Israel al desierto para celebrarle fiesta a
Dios. Nehemías se ocupo especialmente de
reorganizar el orden levítico para restaurar el sacerdocio y la
adoración sobre la nación, actuando con suma dureza en contra de aquellos que
se habían infiltrado a ministrar dentro del templo. Todo proceso de restauración en Israel involucraba tres figuras u
oficios principales: gobierno (apóstoles),
sacerdocio (profetas) y celebración (salmistas). Las naciones
necesitan aprender a celebrarle fiesta a Dios y los apóstoles juegan un papel
clave en este proceso.
ALTAR FAMILIAR. TRABAJO ES IGUAL A BUEN
SERVICIO.
LEAMOS EN
Mt. 20:20-28. Uno de los más grandes males que se ha alojado en la
Sociedad a nivel mundial es el ansia de alcanzar poder y privilegios sin
miramientos éticos ni fundamentos morales. Hoy existen muchas personas que
buscan la forma o la manera de llegar a un cargo gubernamental o empresarial no
importando a quien se llevan por delante o a quien le pasan por encima,
valiéndose de engaños, mentiras y manipulación, la meta es llegar al poder no
importa el precio. CUANDO LA AMBICIÓN
ESTÁ PRIMERO QUE EL BUEN SERVICIO, LA INJUSTICIA SE MANIFIESTA. En los versos
que leímos encontramos a una mujer, que
tenía dos hijos los cuales seguían a Jesús, ella estaba buscando privilegios
para ellos sin tomar en cuenta que los otros hombres que servían al Señor
también tenían los mismos privilegios que sus hijos. (V 20-21). Hay que
entender que cuando el servicio se hace por intereses mezquinos pierde su
esencia, no se termina haciendo un buen trabajo, porque las motivaciones son
erradas, sin el fundamento apropiado. La mezquindad hará que cada individuo
pisotee lo que Dios ama, que se engañe y manipule para obtener sus propios
intereses. La ignorancia del buen servicio te hará desconocer al Servidor de
Servidores. Cuando el buen servicio es desconocido por aquellos que sirven,
comenzarán a caer en la mediocridad, y siempre se tendrá una excusa para
validar o justificar el mal servicio. Jesús fue frontal con la mujer, él le
dijo ¡No sabes lo que pides!, estás desubicada, estás pidiendo mal, porque
sirves por un interés, no como un privilegio, como un sacrificio santo para
Dios, sino porque deseas algo que está fuera de tu alcance, estás utilizando
palancas, vías herradas para bendecir a tus hijos.
EL SERVICIO ES DE
ALTO VALOR. El buen Servicio tiene un
precio, y es el morir a las apetencias para convertirse en un servidor para los
demás. Por ejemplo el servicio de Jesús es conocido como un servicio de
excelencia porque él no vio por sus propios
intereses, sino por los intereses de los demás. Cuando el trabajador, el
estudiante, el gobernador y el empleado no ven su trabajo como un servicio de
excelencia para aquellos a quienes sirve, la mediocridad estará a la vista;
cuando sólo se sirve por un salario, no como una vocación o un don del
Espíritu, no nos importará como lo hacemos, si mal o bien, cuando no se hace
bien entonces somos como dijo el Señor; asalariados. 2Cor. 8:9 “Ya conocen la
gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de nosotros
se hizo pobre, para que mediante su pobreza nosotros llegáramos a ser ricos”.
¡Esto es servicio de excelencia! El mal servicio trae descontento en los demás.
El mal servicio siempre traerá disgusto y malestar, porque la persona a quien
se le sirve se sentirá engañada, usada, maltratada y defraudada. V 24.
Jesucristo nos habló y enseñó que somos seres diferentes, superiores en nuestra
manera de servir. V 25-26. Mas entre vosotros no será así. Jesús es el modelo
de nuestro servicio, él fue ilimitado en todo lo que hizo, teniendo toda
autoridad para reclamar aclamación, exaltación y reconocimiento, sin embargo
dijo: Yo no vine para ser servido, sino para servir, y en ese servicio entregó
su propia vida por nosotros. En otra parte dijo: Que el que sirve es mayor que
el que se sienta en la mesa para ser servido. TRABAJO ES IGUAL A BUEN SERVICIO.
DECLARACIÓN
DE FE:
En el nombre de Jesús declaro de forma pública que renuncio al espíritu de
avaricia y de mezquindad para trabajar por el bien de una comunidad llamada
familia, iglesia, empresa o nación; sé que de esta manera, todo lo que hagamos
nos beneficiará a todos, y que el producto final será aun mucho mejor de lo que
pudiera alcanzar por mi solo. Todo lo
que haré de ahora en adelante lo haré pensando en la más alta calidad de
servicio, porque para mí, trabajo es igual a buen servicio.